Nueva marca diseñada para facilitar y promocionar el BIENESTAR personal con Soluciones Reales e Inmediatas ante cualquier Duda o Incertidumbre, y ante los Miedos e Inseguridades que se generan por tener Propiedades Inmobiliarias en situaciones concretas como puede ser un Divorcio o una Herencia. También ante el cansancio o la desesperación que con el tiempo suelen ocasionar las Hipotecas.
Soy Alejandro Lacárcel Rodríguez, y en 1996, con mi título de Graduado Social comencé a ejercer como Asesor Laboral, Fiscal, Contable y Mercantil, en mi pueblo natal de Santo Ángel (Murcia). Ese mismo año, me interesé por las propiedades Inmobiliarias y compré mi primer piso con hipoteca para Alquilar. En aquel momento, yo tenía muchas dudas, incertidumbres y algunos Miedos e Inseguridades, sobre lo que podría pasar con esa arriesgada aventura de inversión inmobiliaria.
Por una parte, sabía que estaba montando un recurso financiero que me pagaría ingresos recurrentes sin tener que trabajar para conseguirlos. Por otra parte, me hacía las siguientes preguntas:
¿Me pagarán siempre mis inquilinos?, ¿y si dejan de pagarme…, que va a pasar?, ¿y si tengo que meterme en Gastos de Abogados, Juicios y Reclamaciones?, ¿Y si me destrozan la vivienda y tengo que gastarme en arreglarla, más de lo que he ganado alquilándola?. Vaya negocio este…,
Mi cabeza lo pensaba todo: ¿Y si los vecinos me dan las quejas o me critican y me amenazan?, ¿y si se crean conflictos personales con mis inquilinos o con los vecinos del piso y se genera Violencia? podría peligrar mi integridad física y la de mi Familia. Mejor lo Vendo y no me complico la vida.
Sin embargo, el coste del piso que acacababa de comprar, con los gastos e impuestos que había pagado, si decidía venderlo, no recuperaría lo que había gastado y tendría que perderle dinero. Entoces tuve fe y me arriesgué a Alquilarlo, mirando y analizando muy bien a quien..., para que me pagase puntialmente cada mes y no me generase problemas o conflictos. Me fue bien, acerté y pronto quise comprar otro piso. El piso Alquilado tenía hipoteca, y para comprar otro, tenía que hacerlo con los ahorros que iba acumulando de mi trabajo personal como Asesor. Conseguí comprar otro piso para Alquilar, también con hipoteca y con este 2º piso, si que tuve problemas.
Los inquilinos me engañaron; no eran lo que me habían dicho. Se retrasaban cada mes, era frustrante; yo tenía que pagar la hipoteca y la comunidad y no sabía qué día me iban a pagar o si no me pagarían. Me sentía culpable y ridículo ante mi mujer porque había permitido que me engañasen. Actué con responsabilidad y dignidad, les advertí varias veces y les dí un ultimátum. Entonces los demandé y en 3 meses problema solucionado; recuperé el piso y lo volví a alquilar.
Al conseguir solucionar uno de los mayores problemas del arrendamiento, compré otro piso más, y este también con hipoteca. En este tercer piso, también metí un inquilino que se retrasaba en el pago. Este inquilino iba al gimnasio y me imponía respeto por el tamaño de sus bíceps y tríceps. Todos los meses lo llamaba el día 6 para que me pagase y desarrollé la habilidad del buen cobrador que es ajustar el día y la hora de cobro, con sucesivas preguntas.
Tuve otro fracaso con otro piso que compré después, también con hipoteca y en este caso, el inquilino tuvo la desfachatez de decirme que no me iba a pagar y que para cobrarle tendría que demandarle. Me amenazó con que no le ganaría el juicio porque él se movía entre abogados, ya que era cobrador de libros. Lo demandé y esperando en el juzgado a que empezase el juicio, yo sentía mucho miedo por su actitud amenazante y porque era un hombre muy alto y corpulento. Yo tenía la fantasía de que me iba a pegar. No se presentó a juicio, lo gané y recuperé el piso.
Con aquellas Circunstancias que fui atravesando en situaciones donde acudían emociones dolorosas como el miedo y la culpa, yo podía haber tirado la toalla y haberme dedicado solo a mi Asesoría de Empresas en la que ganaba muy bien y sin complicaciones. Cada reto que me encontraba con mis Inquilinos, me hacía más fuerte y más sabio. También descubrí que se me daba bien Resolver los problemas del Arrendamiento y me estaba convirtiendo en un Experto Inmobiliario. Por otra parte, caí en la cuenta de que yo estaba generando un patrimonio Inmobiliario muy considerable y que lo pagaban mis inquilinos, a la vez que yo, les daba un buen servicio con acceso a Viviendas en buen estado y bien equipadas.
Entonces decidí prestar mis servicios como Agente Inmobiliario a otras personas que tuviesen propiedades para Alquilar. De esta manera puse en marcha todo lo que yo había aprendido y experimentado con mis propiedades Alquiladas y comencé a enseñar a mis clientes a tomar buenas decisiones, a hacer grandes negocios y a disfrutar de la Alegría, del Bienestar y de la Satisfacción de acertar teniendo al lado a un guía experto, un Coach inmobiliario altamente cualificado.
A día de hoy, dispongo de un equipo de profesionales, formados con mi “Método Alegrando”, creado específicamente para ofrecer las mejores experiencias inmobiliarias en el Arrendamiento y en la compra-venta.
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